Denuncia Iniciativa Mesoamericana, violación a DH de presas políticas nicaragüenses

Internacional / CIMAC / 18 de diciembre de 2021

Ciudad de México. las defensoras nicaragüenses Ana Margarita Vijil, Dora María Téllez, Suyen Barahona y Tamara Dávila, llevan casi seis meses encarceladas de forma arbitraria en alguna prisión de ese país, donde se encuentran en aislamiento, no les permiten las visitas de sus familiares, y sufren de constantes interrogatorios, privación del alimento, falta de servicios médicos, entre otras vulneraciones a sus derechos, así lo constató en un comunicado la Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos. 

Es necesario recordar que estas cuatro defensoras junto con otras más fueron detenidas arbitrariamente desde junio de 2021, luego de que alzaron la voz en contra del gobierno de Daniel Ortega y de su esposa, Rosario Murrillo, quienes se han mantenido en el poder por 14 años. Gracias a ello, ambos se han valido de sus cargos para torturar, secuestrar, asesinar, y privar de la libertad a defensoras de Derechos Humanos, periodistas, o cualquier persona que esté en contra de su mandato. 

En ese documento, la Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos dijo que es indignante y preocupante que las defensoras se encuentren en tales condiciones pues son violaciones a sus derechos, en particular les inquieta la condición de salud de Dora María Telles, quien necesita tratamientos para su enfermedad crónica y está en reclusión en el pabellón de varones, lo que la coloca en un mayor riesgo de ser víctima de agresiones. 

Detalló que con base en información corroborada, las cuatro defensoras no han podido ver a sus familiares en los días de visitas debido a que las autoridades ponen diversas trabas para ello. Aunado a esto, las familias de las defensoras padecen de represalias, amenazas, y ataques en sus vidas diarias, esto ha tenido un impacto psicoemocional, que las mantiene en una condición de angustia. 

Cabe mencionar que Dora Téllez, Suyen Barahona y Tamara Dávila denunciaron en 2018 que sujetos las asediaban,, intimidaban y tomaban fotos de ellas con drones en las calles, en sus casas y lugares de trabajo, por lo que temían que su vida o la de su familia estuviera en riesgo. Tan sólo en 2018,  la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México (RNDDHM) registró que más de 160 defensoras habían sufrido de algún tipo de violencia en Nicaragua. 

La Red también documentó que desde 2018, cuando inició la protesta a fin de que Daniel Ortega dejara el poder, la violencia incrementó en Nicaragua, desde ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas o violencia sexual, hacia cualquier persona que hiciera ejercicio de su derecho a la protesta, por lo que desde entonces registró 328 muertes, más de 2 mil personas heridas, mil 600 víctimas de privación de la libertad, más de mil desplazamientos forzados, y la detención arbitraria de 13 defensoras. 

La Iniciativa comentó que después de la “farsa electoral” del 7 de noviembre de 2021, en la cual una vez más, Daniel Ortega salió electo como presidente de Nicaragua, éste implementó más vigilancia territorial, barrial y comunitaria; detenciones arbitrarias, allanamientos, coerción financiera y hostigamiento hacia personas defensoras, periodistas o cualquier “persona que sea una amenaza para su gobierno corrupto, autoritario, neoliberal y misógino”. 

Demandaron al gobierno nicaragüense detener los procesos de judicialización hacia las presas políticas, garantizar el debido proceso de acuerdo con la normativa internacional en materia de Derechos Humanos, permitirles tener acceso a abogadas o abogados de confianza, así como que sus familiares puedan visitarlas y llamaron a la comunidad internacional a solidarse con las defensoras, denunciar esta situación de tortura y exigir la liberación de ellas y de las 167 personas más que están como presas políticas. 

21/AEG/LGL